ANÁLISIS DE LOS RIESGOS PERSONALES Y SOCIALES DEL TABAQUISMO
Dejar de fumar es muy difícil: quien lo intenta debe luchar contra el fuerte deseo por consumir tabaco, especialmente en las primeras 24 horas después de su último cigarrillo; luego, el deseo decrece paulatinamente.
Las personas que están dejando de fumar pueden sufrir dolor de cabeza y disminución en el ritmo cardiaca. También es común que su apetito aumente y que su ciclo de sueño se altere, sea que padezcan insomnio o que duerman de más. Asimismo, la mayoría de los que recuerdan que no fumaran más desarrollan un intenso deseo de volver a hacerlo.
El conjunto de señales que se manifiestan en la persona que deja de fumar se conoce como síndrome de abstinencia.
LOS EFECTOS DEL USO DEL TABACO
A CORTO PLAZO | A LARGO PLAZO | |
|
|